Con la intención de establecer una nueva
propuesta de arte y de ayudar a preservar la vida marina, el artista británico
Jason deCaires Taylor creó 400 esculturas que fueron llevadas al fondo del mar
azul turquesa entre Cancún e Isla Mujeres.
El objetivo es crear un arrecife artificial
para alejar los más de 750 mil turistas anuales de los arrecifes naturales,
preservando así lo que en poco tiempo puede desaparecer.
Las esculturas fueron acomodadas de una
manera especial para atraer los peces y otras especies marinas, por lo que en algunos
años esta obra de arte puede convertirse en la salvación para muchas
especies en extinción.
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